Prueba Motorola Atrix. Valor añadido.
Prueba Motorola Atrix. En principio, hablar del Motorola Atrix debería ser hablar de un teléfono móvil más, de un celular con sistema operativo Android de tantos que salen actualmente al mercado. De hecho, su apariencia es similar a la de otros y el diseño, si bien es correcto, no parece merecedor de un premio IFF ni que esconda lo que realmente es: una revolución.
¿Y por qué utilizamos el término revolución para referirnos a un terminal de un fabricante americano que, hasta hace poco, parecía haber perdido la orientación? Pues porque el Atrix, lejos de ser simplemente un smartphone, es una CPU con 1 GB de RAM, la pieza principal de un ecosistema que renueva el significado de la palabra móvil e incluso el de movilidad. El secreto: valor añadido.